La incógnita se develó. Alberto Fernández será el nuevo presidente de los argentinos y todo indicaría que arranca una nueva etapa para el mercado inmobiliario con otras reglas, cepo, y una mayor intervención del Estado en la política habitacional del país. En este contexto, algunos desarrolladores recuerdan que en 2014, tiempos del cepo de Cristina, se dio el peor año del mercado inmobiliario porteño desde 1998. Se registró el mínimo histórico de escrituras en la ciudad de Buenos Aires: solo hubo 33.706 operaciones y como consecuencia afectó los precios que cayeron, en dólares, 7% en la medición interanual. "Ahora estamos en una situación de reseteo", define Carlos Spina, director de la Argencons. El desarrollador anticipa una oportunidad para los fideicomisos al costo. "Se pagan en pesos ajustados por CAC durante la obra y el inversor es una especie de socio, va a riego del negocio", explica. Por eso todo indicaría que las obras en pozo ganarán protagonismo ya que se convertirán en la alternativa de acceder al dólar futuro. "El 2020 será un año muy bueno. Este es un sector pro-cíclico y venimos de una gran recesión. Cuando mejore el ánimo, las oportunidades inmobiliarias empezarán a ser consideradas", agrega Damián Tabakman, presidente de la Cámara de Desarrolladores (CEDU). Mientras tanto, en el caso de las unidades usadas, el mercado está del lado de la demanda. Con un valor del metro cuadrado que promedia los US$2335, hoy más que nunca quien quiera vender tendrá que bajar el precio. Son tiempos en los que los dólares en el bolsillo se hacen valer y las bajas que se negocian respecto al precio de publicación alcanzan hasta el 23%. Así las cosas, la suerte para el comprador estará en cruzarse con un propietario urgido por vender. Por: Carla Quiroga. 2 de noviembre de 2019. La Nación /Propiedades