Fecha: 21 octubre, 2019 Autor/a: Cámara Inmobiliaria Argentina -
Frente a un contexto irregular, el mercado inmobiliario se presenta como una de las opciones más estables a la hora generar oportunidades de negocio. Cuáles son las nuevas propuestas que desarrolló el sector. En un contexto de mercados inflacionarios e incertidumbre, el sector inmobiliario vuelve a tomar fuerza y protagonismo al comportarse a la vez como reserva y multiplicador de valor, ya que no sólo resguarda, sino que también capitaliza y ofrece rentabilidad. La inversión inmobiliaria es percibida como un activo con la capacidad de ofrecer un retorno asegurado y aún con el mercado agitado y/o desacelerado, continúa operativo pese a las variaciones del dólar. “La moneda nacional es el metro cuadrado. El ladrillo se afianzó como un resguardo de valor seguro y confiable”, explica Gerardo Azcuy, socio fundador y director general de Azcuy, una compañía que trabaja de manera integral en el sector del Real Estate planificando, proyectando, construyendo y comercializando desarrollos inmobiliarios en la Ciudad de Buenos Aires. “La inversión en ladrillos, al no ser especulativa, pone en marcha la economía y es una de las industrias que más fuentes de trabajo genera”, expresó el desarrollador. Según datos de Azcuy, el 55% de los clientes que se acercan a la compañía tienen por objetivo invertir para obtener a futuro un retorno de capital, mientras que el 45% restante compra en pozo o en construcción para destinarlo como vivienda propia. En cuanto a la financiación, depende del horizonte de cada proyecto. Actualmente la compañía tiene más de 60.000 mt2 en construcción, dentro de los cuales hay edificios a inaugurarse a fines de este año, principios de 2020 y otros proyectados para entregar a mediados de 2022. En este marco, una alternativa es ofrecer financiación propia. Frente a la -ahora- poco conveniente oferta crediticia de los bancos, el factor común es un anticipo y cuotas hasta la posesión en edificios en pozo o en construcción; o un anticipo y financiación de entre 5 y 7 años con hipoteca en edificios terminados. En esta línea, y ante la limitación en la compra de dólares, empresas como Azcuy aceptan pagos en moneda nacional atendiendo a la cotización del momento y respetando los precios fijos en dólares. Además, está en evaluación la posibilidad de aceptar inmuebles en parte de pago. “Desarrollamos propuestas que se alinean al contexto actual con el fin de ofrecer opciones a nuevos interesados y a nuestros compradores de siempre, y es esta flexibilidad la que nos permite continuar implementado propuestas en función de cómo pueda ir comportándose la economía. Hemos desarrollado un modelo de negocio que se adapta a los diferentes vaivenes económicos y que nos permitió lanzar todas estas alternativas”, explicó el arquitecto. Visión de futuro La fortaleza del sector inmobiliario se ve reflejada en la capacidad de adaptarse al contexto situacional y mantenerse como un atractivo permanente para quienes buscan resguardar su capital. Una muestra de eso es la proyección que está planificando Azcuy, que actualmente conquistó el mercado del barrio de Caballito, y apunta su horizonte al corredor norte de la ciudad. Actualmente, la compañía se encuentra desarrollando la serie Donna, compuesta por seis proyectos residenciales con vegetación consciente, diseño evolucionado, materiales exclusivos y equipamiento de alta prestación, cuya primera obra será inaugurada a principios del año que viene. “En nuestro caso vendemos a un mercado de nicho un producto de alta gama con características y terminaciones artesanales que está diseñado para perdurar en el tiempo tanto en sentido estético como funcional, por eso nuestros compradores siguen confiando en nosotros”, explicó Azcuy. Los edificios de la serie Donna cuentan con opciones de 2, 3, 4 y 5 ambientes, que van desde los 66 hasta más de 300 m2 (con valores que inician en los u$s2.400 m2). Estas unidades están equipadas con materiales exclusivos y un conjunto de parámetros de vivencia de la arquitectura inspirados en el concepto “Smart Living”: espacios inteligentes pensados para el desarrollo de una vida en un ambiente de armonía y calidad. Bajo este parámetro, los edificios con estas características presentan amenities tales como piscina y solarium, jardines, spa, gimnasio, parrilleros con vistas panorámicas, sala de juegos, espacios de coworking, gimnasio, espacio de Yoga, cocheras, bauleras, locales comerciales y salón de fiestas. Fuente: Ambito https://www.ambito.com/invertir-inmuebles-la-apuesta-tradicional-retoma-protagonismo-el-contexto-actual-n5060951